Las
familias desempeñan un papel fundamental en la educación de sus hijos e hijas
y, más concretamente, en el desarrollo de la competencia comunicativa y en el
afianzamiento del hábito lector.
El
proyecto FAMILIAS LECTORAS, consiste básicamente en disfrutar del placer de la
lectura con los hijos, en leer con ellos y comentar juntos lo que se ha leído.
Se puede usar cualquier tipo de texto: los libros disponibles en la biblioteca
familiar, los préstamos de la biblioteca escolar o de la biblioteca pública,
las compras en las librerías, los intercambios con amigos o vecinos, los libros
de la “maleta viajera”.
RECOMENDACIONES
· Se debe buscar un tiempo (entre
10 ó 15 minutos) y un lugar para leer todos los días con los niños y niñas,
procurando desligar esta lectura de las tareas escolares y tratando de
incorporarla a las rutinas diarias.
· El gusto por la lectura comienza
antes de saber leer. En los primeros años la narración oral es una fuente de
disfrute e inicio fundamental a la palabra escrita. También son aconsejables los
libros-juguete y los libros desplegables o pop-ups.
· Siempre que sea posible, se debe
procurar leer juntos. Esto es importante en las primeras etapas de la vida, en
las que los niños no son lectores autónomos. Los niños aprenden a leer viendo
los textos escritos, observando las ilustraciones…pasando las páginas de un
libro.
· Leer como un adulto requiere
soledad, silencio y tiempo. Leer en la infancia requiere compañía, voces y un
poco del tiempo de los mayores.
· La lectura debe convertirse en
una actividad divertida. Cuando los niños son pequeños se pueden leer historias
jugando con la voz o entonando poemas y canciones. El niño mejora su lectura
cuando se apropia del ritmo y los sonidos de las frases.
· Se debe preguntad al niño por sus
lecturas. Al mostrar interés por los libros que leen los hijos, se posibilita
establecer conexiones, organizar la información y ayudarles a ser lectores
activos.
· Cualquier motivo puede ser bueno
para leer: preparar una excursión, hacer un postre sabroso o conocer las reglas
de un juego. Las guías turísticas, los recetarios de cocina, los periódicos,
las instrucciones o la publicidad ayudan al niño a comprobar que leer es
importante para cualquier actividad.
· El dar ejemplo es fundamental,
los niños imitan lo que ven. Leer un periódico, una revista o un libro les
demostrará que para vosotros leer es gratificante.
· Se ha de tener en cuenta que,
aunque los padres no sean grandes lectores, pueden ser unos excelentes
mediadores entre el niño y los libros.
· Cuando los hijos ya saben leer,
se ha de continuar compartiendo la lectura en familia. A los niños les gusta
escuchar historias leídas en voz alta a cualquier edad, y siguen necesitando
nuestro estímulo.
· En caso de necesitar orientación
para saber qué lecturas son las más apropiadas para vuestros hijos/as, se debe
preguntar al maestro/a, al profesor/a o a los bibliotecarios.
· Por último, si un día, por
cualquier motivo, no se puede llevar a cabo el rato de lectura, esto no ha de
ser un problema: se vuelve a intentar al día siguiente con más ganas.