viernes, 14 de marzo de 2014

CUENTOS POR LA IGUALDAD "La pirata Sabelotodo"


Había una vez una chica llamada Cris que tenía 16 años, era alta y delgada, muy simpática y cariñosa. Vivía en un barco con su padre que era marinero, al fallecer este,se sentía sola y vacía aunque continuó viviendo en el barco, ella no estaba de acuerdo con las tareas que realizaba diariamente, como fregar,limpiar, cocinar... A ella le gustaba estudiar sobre el mar, aunque vivía allí no podía estudiar cosas referentes a él, ya que no tenía profesores ni nadie que le enseñara. La vida de Cris en el barco era muy triste, porque sólo había hombres y no le dejaban hacer nada de lo que hacían ellos, cuando terminaba sus tareas se iba sola a su camarote y hacía lo que más le apasionaba escribir sobre el mar y leer los libros que su padre le había dejado sobre navegación. A veces , salía del camarote y bagaba por la cubierta del barco hasta que uno de los marineros la veía y le decía que debía de estar limpiando o cocinado y no pensando en cosas que nunca se cumplirían porque era una mujer.


Un día que estaba llorando, harta de soportar las constantes humillaciones de los marineros, se le acercó un chico llamado Chema, alto moreno y fuerte que estaba escondido como polizón en las bodegas del barco y se la encontró por casualidad, se acercó a ella y le preguntó por qué estaba triste, ella al principio no supo que contestar puesto que se quedó impresionada al ver un chico tan joven y guapo aparecer derrepente de detrás de los barriles de vino. Estuvieron conversando un buen rato y el joven le dijo que el también se sentía solo porque lo trataban como un niño por eso decidió subir al barco. Entonces intentaron buscar una solución a sus problemas.
Todos los días Cris, bajaba a la bodega con comida para Chema y así le explicaba todas las cosas que a ella le gustaría hacer cuando llegaran a tierra firme.

De repente el barco empezó a moverse bruscamente debido a una gran tormenta que se aproximaba por el norte y decidieron salir a cubierta, entonces vieron que el capitán estaba en el suelo inconsciente por un golpe en la cabeza que se había dado con el timón, en ese momento el barco iba a la deriva, Chema se hizo con el timón y con la ayuda de Cris y sus grandes conocimientos sobre la cartografía y el mar, consiguieron hacerse con el barco y salir de la tempestad.
Al poco tiempo, todo había cambiado, el capitán se despertó de su desmayo y preguntó a la tripulación quién había conseguido salvar el barco, los marineros le respondieron que había sido Chema con la ayuda de Cris y a ellos no les quedó más remedio que reconocer la valía de Cris y Chema y aceptar que las mujeres tienen las mismas oportunidades que los hombres.
Como recompensa, el capitán ayudó a Cris a cumplir su sueño, aportando el dinero necesario para que esta consiguiera estudiar sobre lo que a ella más le apasionaba: el mar.


Así fue como Cris, al terminar sus estudios en la universidad, con las mejores notas consiguió ser capitana en un barco en la que la tripulación estaba formada por hombres y mujeres con los mismos derechos y obligacionesy al que pusieron el sobrenombre de la pirata sabelotodo.

Alumnas y Alumnos de ESO

CUENTOS POR LA IGUALDAD "La pirata Sabelotodo"


En tiempos de maricastaña, hace ya un montón de años, vivía en la costa de Cádiz una niña llamada Sisi.
Sisi soñaba con ser pirata, porque no era feliz con la vida que llevaba.
Su madre y su padre le obligaban a hacer cosas que no le gustaban: coser, barrer, cuidar de su abuelo…, en fín, cosas que le decían que eran propias de mujeres. Tanto deseaba la libertad, que cuando se hizo algo mayor decidió irse de su casa en busca de aventuras.
Así que una noche preparó un hatillo con unas pocas cosas de ropa y su cepillo de dientes y se montó en la barca de su tío que era pescador de atunes. En la barca estaba durmiendo Manolito, un loro precioso, amarillo y con las plumas de la cola azules.
Al llegar Sisi, se despertó y dijo:
- Niña tenía que ser… niña y tonta.
Sisi no le hizo ni caso. Soltó amarras y encaminó la barca mar adentro.  Al cabo de unas horas el cielo se puso negro y el mar embravecido… Se desató una gran tormenta que hizo naufragar la barquichuela. El lorito Manolito decía: - Grrr… niña tonta…, grrr… niña tonta,… la culpa es tuya…, ¡niña tenías que ser!
La corriente del mar les llevó a una isla, grande, llena de vegetación. Pero lo peor fue descubrir que sus aguas estaban infectadas de tiburones. Menos mal que con la tormenta los tiburones no habían reparado en ellos y pudieron salir del agua sanos y salvos.
Comenzaron a explorar la isla y descubrieron que había otra persona viviendo allí: se trataba de Jake, un piratilla algo más pequeño que Sisi, que llevaba dos meses en la isla, también tras un naufragio.
Jake les contó que había intentado salir de la isla, a la que había puesto el nombre de Matalascañas, que era su pueblo en España. Pero no lo había conseguido. No tenía herramientas para cortar árboles, y las pocas ramas que había caídas por la isla ya las había usado para construir varias balsas, siempre con el mismo resultado: cada vez que se hacía a la mar le perseguían manadas de tiburones y con sus tremendas mandíbulas trituraban las balsas y a punto habían estado de comerle de aperitivo a él.
Sisi se burló… ¡seguro que no sabía hacer nada bien! Ella sí lo conseguiría, dijo muy ufana. Jake, que  era una persona tranquila y no se ofendió, ni siquiera cuando Manolito le decía:
- ¡Nena!... ¡Eres una nena!
Por el contrario, les llevó a su cabaña y les ofreció cobijo. Sin embargo, Sisi y Manolito no aceptaron, burlándose del piratilla y le dijeron:
- Me parece que eres un poco torpe. Nosotros encontraremos la forma de salir de aquí. Y se fueron, despreciándole y riéndose de él.
Pasaron unos días y aunque intentaron construir una balsa no pudieron. Tampoco fueron capaces de construirse una cabaña, y tenían hambre y frío. Sisi empezó a pensar que Jake no era tan inútil, al fin y al cabo tenía una buena cabaña y volvieron a visitarle.
A pesar de los desprecios del loro y la niña, Jake les recibió bien: les ofreció comida y cobijo. Al poco salieron  de exploración todos juntos, a ver si entre los tres encontraban la forma de salir de la isla. Estaban en eso, recorriendo la orilla del mar buscando materiales, cuando  Jake se cayó al agua:
- ¡Socorro!, ¡ayudadme! Hay un tiburón gigante que quiere comerme.
Pero en realidad el tiburón (que era una tiburona llamada Gregoria) se había asustado y salió disparada nadando y alejándose de ellos. Gregoria se quedó observando a una buena distancia lo que hacían los niños. Como era un acantilado no les resultaba fácil sacar a Jake del agua, que empezaba a cansarse y Gregoria, al ver lo que intentaban, se acercó de nuevo a prudente distancia y les habló:
- ¡Qué susto me habíais dado! Ya veo que estáis en dificultades. Si me prometéis no hacerme daño os ayudaré.
Jake se sujetó de la gran aleta de Gregoria y cuándo llegó a la orilla, Sisi, Jake y el lorito Manolito le contaron el problema que tenían. Gregoria les dijo: - Alrededor de la isla hay varios barcos naufragados hundidos. Si queréis yo os digo dónde y os ayudo a sacarlo del agua.
Manolito muy chulesco dijo:
- Eso no es de niñas, y menos de cobardicas como tú. Sisi le dio la razón al loro, pero aclaró que ella era distinta, una chica especial y valiente y eso que decía el loro no contaba para ella.
Entonces Jake les dijo:
- Sois injustos. Lo mismo me hicisteis a mí. Gregoria tendría miedo, pero me ha salvado la vida, y ahora se ofrece a ayudarnos. Sin embargo vosotros la despreciáis cuando puede ser la única oportunidad para salir de la isla.
Gregoria les llevo hasta los restos de un pequeño barco y con la ayuda de una liana, la fuerza de Gregoria y las indicaciones desde el aire de Manolito llevaron el barco a la orilla y en pocos días lo tenían listo para navegar.
Todos estaban contentos y orgullosos del trabajo bien hecho. Comprendieron entonces que el valor de las personas no se mide por ser más fuerte, más guapo, más grande o más lista y que es muy importante el trabajo en equipo, la colaboración y el saber que todas las personas tienen un valor especial.
Cuando se iban a embarcar para regresar a casa, Manolito dijo que se quedaba:
- La isla de Matalascañas es preciosa… y la tiburona también…
¿Se habría enamorado?


Y colorín colorado este cuento tan apiratado se ha terminado.

Autores y autoras: 5º curso de Primaria

CUENTOS POR LA IGUALDAD "La pirata Sabelotodo"


Érase una vez una pirata que se llamaba Teresina.
Era una pirata con pata de palo, pelo pelirrojo, guapa de cara, vestida con un traje de rayas azul y naranja…que vivía en una isla de los mares del País de los Libros.
Era una pirata muy curiosa y quería saber de todo: de los barcos, sus tesoros, de los animales y de las personas que vivían en otros países.
Por eso decidió ir a la Biblioteca “SABELOTODO” para leer, divertirse y aprender.
Buscando por las estanterías de los países cogió un libro de España y aprendió que los niños y niñas de Valenzuela estaban escribiendo cuentos de piratas, y de lo importante que es el respeto, la igualdad y la tolerancia.
En un libro de Italia descubrió que había parques de atracciones muy divertidos y en los que se enseñaba, como era una cocina hecha con trozos de cristal, al entrar por una boca gigante.
De un libro de Bélgica aprendió que allí no debía ir con su carabela pirata porque hacía tanto frio que el agua se convertía en hielo.
También observó, en un libro de Alemania, un edificio circular, al que subes por unas rampas y desde arriba puedes ver toda la ciudad.
Mientras leía tan entretenida entraron sus amigos y amigas: Mª Carmen, Javier, Luisa y Samuel.
La pirata Teresina les contó todo lo que había aprendido en los libros y…desde entonces la llaman todos y todas
“la pirata sabelotodo”.

Y yo os digo que esto es verdad y no miento, y como me lo contaron lo cuento.

Alumnas y alumnos de 1º Primaria


CUENTOS PARA LA IGUALDAD "La Pirata Sabelotodo"


       Había una vez una pirata que todo lo sabía y un pirata que sólo tenía tres pelos en la barba, por eso los llamaban el Pirata Tres Pelos y la Pirata Sabe lo todo.
        Siempre viajaban en el barco del capitán Marcos y su loro Pepe. En una de sus salidas, durante una noche de mucha tormenta, se había ido la luz y en el cielo se veían truenos y relámpagos, cuando de repente el loro Pepe empezó a gritar y la Pirata Sabe lo todo dijo algo pasa, se asomó a la popa y vio a lo lejos un dragón que desde su barco, el barco de los dragones, echaba fuego por la boca.  
-      ¡Los dragones quieren incendiar nuestro barco! – gritó la Pirata Sabe lo todo, alarmando a los  demás.
        El barco de los dragones cada vez se acercaba más y la Pirata Sabe lo todo dijo:
-       Tenemos que prepararnos, cojamos los cubos y llenémoslos de agua.
        El loro Pepe ayudaba llenándose su pico de agua y vaciándolo en los cubos.
        Cuando ya estaban cerca los dragones abrieron su boca para echar fuego.
-      ¡Ahora! Gritó la Pirata Sabe lo todo, entonces les echaron el agua y apagaron el fuego de sus bocas.
        Después de una larga noche de fuego y tormenta amaneció y con la llegada del día el barco del capitán Marcos estaba perdido en algún lugar del mar. ¿Cómo llegarían ahora a la isla dónde viven?
        Encendieron un fuego pequeño en la vela para pedir ayuda.
        El fuego fue visto por los dragones que al verlos solos y perdidos les dieron mucha pena y decidieron ayudarles a encontrar el camino para regresar a su isla.
        Desde aquel día los piratas y los dragones salen de paseo juntos para no perderse.
        Y colorín colorado este cuento se ha acabado.

Niños y niñas de E. Infantil